Una transformación necesaria en Ecuador
La movilidad sostenible definiéndose como un canon de traslado de bajo consumo que no solo se relaciona al carbono, sino que, tiene por objetivo principal elevar la calidad de vida en urbanizaciones optimizando el bienestar de los colectivos, es un tema crucial en la planificación del transporte y el urbanismo en Ecuador. Según la Subsecretaría de Hábitat y Asentamientos Humanos (SHAH), se evidencia un crecimiento exponencial en el área urbana, pues, en 2010 las estadísticas arrojaban que alrededor de 2/3 de la población vivía en estas zonas y en la actualidad, esta cifra ha ascendido al 64% del total, es decir, más de la mitad de habitantes en el país.
Este desarrollo urbano tiene como consecuencia una mayor demanda de movilidad en las ciudades y carreteras del país. Sin embargo, el evidente crecimiento no ha sido acompañado por un enfoque en sostenibilidad y eficiencia en el transporte.
De inicio, una de las principales preocupaciones entorno a este tema es la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y contaminación atmosférica, siendo esta última directamente perjudicial para el logro de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) particularmente el ODS 3: Salud y bienestar; el ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles y el ODS 13: Acción por el clima. Para abordar este problema, se deben fomentar e implementar proyectos de transporte limpio y eficiente como transporte público, bicicletas y vehículos eléctricos. En Ecuador existen varias iniciativas que promueven estas opciones de movilidad como por ejemplo el uso de autobuses eléctricos en las ciudades e incremento de ciclovías.
Otro aspecto importante es la eficiencia en el transporte, que incluye la reducción de la congestión del tráfico y la mejora de la seguridad vial. Para lograr esto, se pueden efectuar medidas como la creación de carriles exclusivos para autobuses, la promoción del carpooling y la mejora de la infraestructura vial como la construcción de puentes y pasos elevados.
De igual manera, es importante tener en cuenta la accesibilidad y la equidad en el transporte, lo que significa asegurarse de que todas las personas tengan acceso a este, pero de manera sostenible y que los servicios sean ecuánimes y asequibles. Para llegar a ello, se pueden establecer políticas que integren el transporte público, autoricen tarifas diferenciadas según el nivel de ingresos y promuevan el transporte activo para personas con discapacidades.
De cara a esto, es evidente que el transporte público es una de las claves para la movilidad sostenible en Latinoamérica. Muchas ciudades de la región están implementando sistemas de transporte público masivo como metros y buses de alta capacidad con el fin de reducir el tránsito vehicular y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Estos sistemas también son importantes para facilitar a los usuarios el acceso a sus lugares de trabajo, educación y ocio.
Fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte es una solución práctica y real ante esta problemática. En ciudades como Bogotá, México y Buenos Aires, se han implementado sistemas de bicicletas públicas que permiten a los usuarios moverse de manera eficiente y sostenible. Además, se están construyendo cada vez más ciclovías y carriles exclusivos para este transporte en las principales avenidas garantizando la seguridad de sus usuarios y estimulando su uso.
Es importante destacar que la movilidad sostenible no solo se trata de promover medios de transporte más eficientes y menos contaminantes, sino también de gestionar la cultura del transporte sostenible. Esto incluye educar a la población sobre sus beneficios e importancia al reducir el impacto medioambiental, por ello, las campañas de concientización y sensibilización son fundamentales para lograr este cambio cultural.
Por último, se plantea la implementación de sistemas de transporte inteligente, que utilizan tecnología para optimizar la eficiencia del mismo. Estos sistemas incluyen semáforos inteligentes, sistemas de información en tiempo real para usuarios de transporte público y soluciones de tráfico inteligente que permiten reducir la congestión y mejorar la seguridad en las carreteras.
En conclusión, la movilidad sostenible es un desafío necesario y esencial que evoluciona la calidad de vida en las ciudades latinoamericanas. Efectuar soluciones integrales que aborden la eficiencia, la sostenibilidad y la accesibilidad en el transporte son aspectos fundamentales que nos conducen a pensar que motivar el uso de la bicicleta, educar y concientizar sobre el tema e implementar sistemas de transporte público masivo e inteligente, son propuestas claras y realizables para lograr un futuro más sostenible y habitable en el país.
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